La victoria de Destiny en el Factor X maltés allá por febrero de 2020 supuso toda una revolución para el pequeño país. La joven cantante, que ya había ganado Eurovisión Junior en 2015, parecía la representante perfecta para conseguir la ansiada victoria en el festival sénior. Su canción para la cancelada edición de 2020, All Of My Love, no partía entre las principales favoritas, pero la televisión maltesa decidió confiar en ella para Eurovisión 2021 y la publicación de su nueva candidatura, Je me case, sí que la catapultó a lo más alto. Con un estilo swing extremadamente pegadizo, una estructura muy actual y un puente que permitía a Destiny lucir chorro de voz, muchos la vieron como una posible ganadora. De hecho, en cuestión de horas se puso la primera en todas las casas de apuestas.

Sin embargo, ahora sabemos que este movimiento pudo no deberse exclusivamente al buen hacer de Destiny ni al gancho de Je me case. Según ha revelado recientemente Ludwig Galea, representante de Malta en 2004, apostar por el país para subir su posición en las casas de apuestas es una práctica habitual de la delegación. Según afirma el cantante, primero se apuesta una cierta cantidad de dinero, con lo que el país sube puestos y se genera expectación. Una vez publicado el tema, se lanza una nueva remesa de fondos para aumentar la tendencia al alza. Del mismo modo, asegura que también se contrata a blogueros y youtubers para que hagan promoción de la canción e incluso se paga por aumentar las visualizaciones de sus candidaturas en algunos casos.

Según expone el cantante, el objetivo de toda esta expectación es colocar a Malta entre los favoritos previos y, de esta forma, predisponer a los jurados para que valoren positivamente la candidatura maltesa. De momento, Mark Greech, miembro de la delegación maltesa para Eurovisión 2021, se ha defendido diciendo que estas acusaciones están motivadas por cuestiones personales, pero el presidente de La Valletta Cultural Agency, Jason Micallef, compartió la publicación de Ludwig y llegó a señalar a personas de la industria musical maltesa que estarían usando estos métodos, llegando a reclamar que se desglosaran todos los gastos resultantes de la participación de Malta en Eurovisión.

Muchos medios se han hecho eco de estas declaraciones y, por lo pronto, el gobierno maltés ha iniciado una investigación para esclarecer si ha habido fondos públicos que se hayan destinado a apostar por el país mediterráneo en Eurovisión. El ministro Carmelo Abela ha ordenado realizar una auditoría de gastos, que investigará el uso que se le ha dado a todo el dinero destinado a costear la participación de Malta en el festival. Dicha auditoría comenzará el lunes, aunque ya ha habido personas pertenecientes a la cadena que han afirmado que el uso de esta práctica es habitual. Del mismo modo, se sabe que la agencia Malta Tourism Authority invirtió unos 350.000 € en la candidatura maltesa.

UNA POLÉMICA RECURRENTE

No es la primera vez que la participación de Malta en Eurovisión se ve salpicada por acusaciones de este tipo. Ya sucedió algo parecido en 2016, cuando la representante maltesa en Eurovisión era Ira Losco, que había sido segunda en la edición de 2002 y que es una superestrella en el país. En aquella ocasión, el diario The Times Of Malta solicitó una “Libertad de información”, un documento en el que se desglosaran todos los gastos, para esclarecer cómo se había empleado el dinero. Dicha solicitud vino motivada después de que se filtraron unos documentos que arrojaban gastos de hasta 200.000 €, pero se suponía que la cantidad total sería sustancialmente mayor. También se había rumoreado que se había destinado una partida presupuestaria “ilimitada” para sufragar aquella candidatura, aunque finalmente la PBS desestimó la investigación, pues alegó que se trataba de una asociación con fines comerciales y que no había fondos públicos implicados.

Del mismo modo, en la década de los noventa hubo rumores de intercambio de votos entre la delegación maltesa y otras delegaciones, aunque nunca se llegó a investigar el asunto ni hubo sanciones de ningún tipo.

MALTA, UN PAÍS “DE JURADOS”

A la espera de lo que ocurra con esta nueva investigación, lo que es innegable es que el palmarés eurovisivo de Malta con los jurados es impecable. Desde que se implantó el sistema mixto en 2010, Malta siempre ha estado entre los diez primeros de los expertos, y en algunas ocasiones ha conseguido el pase a la final gracias al voto profesional (por ejemplo, en 2012 y 2014). Incluso ha sido la mejor valorada de su semifinal en varias ocasiones, como en 2013 con Gianluca y su Tomorrow o en 2016 con la ya mencionada Ira Losco.

Este año, siguiendo la tónica de ediciones anteriores, Destiny se ha alzado como ganadora del voto profesional, con 174 puntos, 57 más que su inmediata seguidora, Rusia. En la final, consiguió un más que meritorio tercer puesto, con 208 puntos (dos más que los finalmente ganadores, los Maneskin), aunque en el televoto la cantidad de puntos obtenidos fue mucho menor: 47 y un decepcionante 14.º puesto. En el cómputo global, Malta terminó séptima, lo que supone la mejor posición para el país desde 2005, pero que puede saber a fracaso para los malteses después de haber confiado en que la victoria era posible.