Golpe de mesa por parte de Rumanía para Eurovisión 2020. Por primera vez en una historia eurovisiva que data desde 1993, la TVR apostará por ls elección interna de su abanderado en Eurovisión. Según el ente público, un jurado especial será el encargado de designar al representante en función de criterios como su desempeño vocal en directo, sus cualidades artísticas, su empatía y su expresividad sobre el escenario. Por su parte, el público seguirá teniendo el poder de decisión en lo relativo al tema rumano en Róterdam a través del mantenimiento del mítico Selecția Națională, que en esta ocasión consistirá en una gala prevista para el próximo 1 de marzo en la que el artista seleccionado presentará cinco temas que se someterán a una valoración mixta al 50% de jurado y televoto, con el voto del público prevaleciendo en caso de empate.

Para seleccionar los cinco temas en cuestión, la TVR abrirá un campamento de compositores inmediatamente después de la elección de su representante. Allí, un jurado experto formado por letristas, compositores, musicólogos, productores de radio y televisión y directores musicales realizará su selección valorando aspectos como el sonido, la originalidad, la diversidad de estilos y el mensaje. Rumanía participará en la segunda mitad de la primera semifinal del martes 12 de mayo en Róterdam, Países Bajos.

LOS MOTIVOS DETRÁS DE LA DECISIÓN

En el replanteamiento de su estrategia eurovisiva, la TVR ha llevado a cabo diversos análisis acerca de los métodos de selección de países tan variados como España, Francia, Grecia, Rusia, Chipre, Bulgaria y Reino Unido, concluyendo que “los artistas internamente elegidos acostumbran a situarse entre los tres primeros de cada edición del festival”. Así las cosas, con este golpe de timón la emisora rumana se propone resurgir de la que puede ser la crisis más profunda de su historia eurovisiva, tanto en resultados como en aceptación popular del certamen en el país.

Tras haber sufrido en 2018 y 2019 las dos primeras eliminaciones de su historia en el festival, que además se han producido de forma consecutiva con el 11º puesto de The Humans en Lisboa y el 13º lugar de Ester Peony en Tel Aviv, ambas en la gala del jueves, el interés por Eurovisión y la credibilidad de la TVR en el país balcánico se hallan bajo mínimos. La superproducción europea y el Selecția Națională llevan años cosechando audiencias y cuotas de pantalla bajísimas, marcando un récord negativo en la preselección de 2019 con únicamente 340.000 espectadores, de los que tan solo 40.000 pertenecían a la franja de entre los 18 y los 49 años de edad, y todo en un país de casi 20 millones de habitantes.

A ello se suma la controvertida y recordada expulsión de Rumanía del festival de 2016 por parte de la UER a un mes de la celebración del certamen, debida a las deudas multimillonarias que el ente público había contraído con el organismo internacional. La TVR es actualmente el sexto canal del país en términos de audiencia, con un pírrico promedio del 4,2% de cuota de pantalla, lo que en España la situaría en valores próximos a canales de TDT como neox o Factoría de Ficción.