La representante de San Marino en Eurovisión 2011, 2020 y también en 2021, Senhit, ha escogido la canción de 1968 de Cliff Richard, Congratulations, para el cuarto capítulo de su propuesta audiovisual Freaky Trip to Rotterdam, en el que versiona hitos eurovisivos, esta vez, inspirándose en David Bowie con un toque circense. La cantante italiana de ascendencia eritrea, que cumple 41 años, hoy, 1 de octubre, arrancó anteriomente este proyecto con la candidatura bielorrusa en 2014, Cheesecake de Teo; con la triunfal propuesta turca de 2003, Everyway that I can de Sertab Erener; y con la ganadora de 1975, Ding a Dong del grupo neerlandés Teach-In.

Senhit recupera al abanderado británico, que en esa edición tuvo que consolosarse con el segundo puesto, a tres puntos del La, la, la de Massiel, y su caracterización para este videoclip se inspira en Ziggy Stardust, la creación alienígena de glamour andrógino de Bowie. Además, también rinde homenaje a la aclamada película de 1963 8 1/2 del autor italiano Federico Fellini. Para la ocasión, se enfunda en un elegante traje azul y un mono rojo de los años 80. A ella se une una llamativa tropa de circo, incluyendo una banda de música. La pieza se desarrolla en una playa cuando ya ha caído la noche y nos va presentando a una especie de Blancanieves y Sus Siete Enanitos, así como a esculturas de luz de los íconos del rock Jimi, John, Ziggy y Freddie de Marco Lodola.

La idea partió de la “fascinación” por Freaks, la película de terror de 1932 de Tod Browning, y siguió por su “amor ilimitado” por Bowie, “una estrella dandy, transformista e indescifrable del glam rock”. La alegre atmósfera del clip también sirve como celebración para la propia Senhit. El director creativo, Luca Tommassini, explica que se imaginó “un circo con una carpa invisible, un espectáculo que también fuese una fiesta de cumpleaños, extendiendo la vida cotidiana a una dimensión aparentemente irracional”. La artista se congratula de haberse podido convertir en Bowie, “una estrella del pop contemporáneo”. “Mezclamos sonidos y colores para recrear un gran circo que da sensación de alegría, libertad y fiesta. Le gritamos al mundo que somos felices, orgullosos de ser quiénes somos, de cualquier forma que nos definan: artistas, marginados, soñadores, freaks. La nuestra es una danza de expiación y renacimiento, un grito liberador que llega a todo el mundo”, argumenta Senhit.