La “calma chicha” es, según el argot marinero, la ausencia de aire que impide navegar y provoca una tensa espera, y esa misma expresión la podemos utilizar para definir la clasificación de las casas de apuestas de Eurovisión 2019, prácticamente inamovible desde el pasado lunes 11 de marzo, 24 horas después de presentarse todas las candidaturas de esta edición, hasta este fin de semana, a una semana del comienzo de los ensayos.

Ni las versiones finales de las candidaturas, ni los videoclips, ni el promo tour han alterado, en líneas generales, un ranking de favoritos que parece abandonarse a su suerte hasta las primeras pruebas sobre el escenario. A continuación, repasaremos la progresión de las apuestas en los dos últimos meses, explicaremos con detalle su funcionamiento y recordaremos los aciertos y errores de los últimos años, especialmente, los de Lisboa 2018.

EUROVISIÓN 2019: LOS FAVORITOS, LA VENDA, LAS SUBIDAS Y BAJADAS Y EL VAGÓN DE COLA

Países Bajos con Arcade de Duncan Laurence parte como absoluta favorita de Eurovisión 2019, al menos por el momento, con nada más y nada menos que un 27% de probabilidades de triunfo. Le sigue en segunda posición, y a gran distancia, Rusia con Scream del repetidor Sergey Lazarev con el 14%. Ambos países se han mantenido inamovibles en sus casillas durante estas siete semanas, si bien es cierto que la candidatura neerlandesa ha ampliado progresivamente las distancias.

Suiza, Suecia e Italia, por su parte, se han intercambiado constantemente sus puestos en el top 5. Luca Hanni con She got me se sitúa en este momento en el número 3, mientras que John Lundvik con Too late for love hace lo propio en el #4 y Mahmood con Soldi en el #5. Curiosamente, los cinco favoritos de Eurovisión 2019 son solistas masculinos.

El top 10 lo completan los islandeses Hatari que se han estabilizado en el número 6, por encima de la chipriota Tamta en el #7, la maltesa Michela en el #8, la griega Katerine Duska en el #9 y los noruegos KEiiNO en el #10. Malta, además, es el único país que a lo largo de estos dos meses ha conseguido entrar en el selecto grupo de los 10 favoritos en detrimento del portugués Conan Osiris que se coloca actualmente en el #12. Al borde del preciado top 10, en el #11, se queda el francés Bilal Hassani cuyo ascenso ha sido lento pero constante. 

España con La venda de Miki comenzó su andadura en el número 19, descendió tras la pre-party de Ámsterdam al #21, pero las de Londres, Madrid y Moscú parecen haberle beneficiado hasta situarse en el #17. A pesar de la mejoría y la tendencia ascendente, el apoyo de los apostantes sigue siendo discreto y muy inferior al que por estas fechas recibían Amaia y Alfred, Barei, Ruth Lorenzo o Pastora Soler en sus respectivas ediciones.

En el capítulo de subidas y bajadas, cabe destacar la épica remontada de la albanesa Jonida Maliqi, del #36 al #23, así como las mejorías de Australia del #20 al #16, Macedonia del Norte del #21 al #18, y Chequia del #22 al #19. En el lado opuesto de la balanza, el israelí Kobi Marimi protagoniza la caída más fuerte, #17 al #25. El vagón de cola, finalmente, lo ocupan el sanmarinense Serhat, la moldava Anna Odobescu, los letones Carousel, los montenegrinos D-Mol y el georgiano Oto Nemsadze que cierra la tabla. 

COSAS DE APUESTAS

El primer y más importante punto para entender e interpretar las apuestas es que no son un oráculo, reflejan tendencias positivas o negativas, pero no son en ningún caso determinantes. Su validez en el contexto eurovisivo, además, es mayor a medida que se acerca la gran final, especialmente a partir de los ensayos individuales, los generales y las galas en directo. Sus aciertos y errores se contabilizan a partes iguales, desde los favoritos que se confirman o decepcionan, hasta los infravalorados que dan la sorpresa. 

Las apuestas son el medidor de popularidad más fiable de Eurovisión, muy por encima de las encuestas y sondeos, pues los apostantes invierten su dinero y los votantes dan simples, y gratuitas, opiniones. No obstante, las reglas del juego chocan frontalmente con el sistema de votación del festival. Mientras que los jugadores apuestan por la favorita para ganar, el televoto y el jurado votan a sus 10 preferidos, lo que da lugar a múltiples variantes. Por lo tanto, las apuestas no deben leerse como una clasificación al uso. España, en este momento, no se clasificaría en decimoséptima posición, sino que es la decimoséptima favorita para llevarse el micrófono de cristal. Otra particularidad es que los jugadores realizan una predicción y pagan a quien creen que va a ganar el concurso, mientras que los jueces o la audiencia votan a los que más les han gustado personalmente, lo cual también deriva en muchísimas combinaciones.

Finalmente, la seguridad es fundamental para los inversores en cualquier ámbito económico, y los apostantes no son una excepción. Los países con mejor palmarés eurovisivo, las televisiones que han manifestado, y demostrado, sus ganas de ganar, y las superpotencias geopolíticas parten desde un lugar mucho más privilegiado que el de las delegaciones más modestas. El ejemplo es muy sencillo, si una persona tuviera que apostar todo su sueldo a ciegas a la candidatura de Suecia o a la de España, Montenegro o San Marino, lo más probable es que lo haga a la primera. Así, el bloque escandinavo, la todopoderosa Rusia, la denominación de origen italiana, o el arraigo de las apuestas en Irlanda y Reino Unido ofrecen más confianza al jugador. Por el contrario, encontrarse entre los favoritos a Países Bajos, Suiza, Islandia, Malta, Chipre o Portugal da a entender que sus candidaturas gozan realmente de una muy buena aceptación ya que es más arriesgado apostar por ellos.