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El caos de los jurados de Eurovisión 2019: El error humano que podría haber dejado sin final a Polonia

La presidenta del jurado checo Jitka Zelenková habría votado supuestamente a la inversa dejando fuera de la gran final a las polacas Tulia en favor de la bielorrusa Zena. La juez sueca Lina Hedlund, ex-miembro de Alcazar y finalista de esta edición del Melodifestivalen, habría cometido el mismo despiste salvando de la última posición a la austríaca Paenda y condenando al farolillo rojo a la irlandesa Sarah McTernan. Los jurados georgianos y montenegrinos llaman la atención por sus extrañas coincidencias y cambios de opinión
Vicente Rico · Fuente: eurovision-spain.com
Publicado el día 23 de mayo de 2019
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Tulia (eurovision.tv)

El caos de los jurados de Eurovisión 2019: El error humano que podría haber dejado sin final a Polonia

Después de que la Unión Europea de Radiodifusión reconociera ayer un error humano en la votación del “jurado de Bielorrusia”, realmente calculada con una muestra de los jueces de su área geopolítica formada por Armenia, Azerbaiyán, Georgia y Rusia y comunicada accidentalmente a la inversa, los fans siguen apuntado en las redes sociales a dos fallos en las semifinales de los que la organización todavía no ha rendido cuentas, a pesar de la extrema gravedad de uno en concreto.

La presidenta del jurado de Chequia, Jitka Zelenková, podría haber emitido sus votos al revés en la primera semifinal, tal y como se desprende de las grandes diferencias con los cuatro jueces restantes del país y, especialmente, por haber votado puntuado prácticamente al contrario cuatro días después en la final. Este error afectaría de lleno a las 10 clasificadas para la gran gala del sábado noche con Polonia clasificándose en la décima posición y Bielorrusia siendo eliminada en la undécima. 

La juez sueca Lina Hedlund, ex-miembro de Alcazar y finalista de esta edición del Melodifestivalen, cometió exactamente el mismo “despiste” en la segunda semifinal. En su caso, haber votado al revés no acarreó consecuencias trascendentales en el preciado top 10, más allá de haber aumentado el espacio entre Dinamarca y Lituania en los puestos 10 y 11, pero sí dejó a Irlanda como farolillo rojo de la eliminatoria, cuando en realidad debería haber sido Austria.

Más allá del amor que cada año se profesan los jueces chipriotas y griegos y el odio que se declaran los armenios y azeríes, como ejemplos más visibles pero no los únicos, este año ha llamado la atención el extraño comportamiento de los georgianos que por unanimidad situaron en última posición al ruso Sergey Lazarev, o los montegerinos que pasaron de tener a la griega Katerine Duska y al sanmarinense Serhat entre sus favoritísimos de la primera semifinal a hundirlos en la final.

Cabe destacar que los jurados de Eurovisión no votan en directo en cada una de las tres galas, sino en los ensayos generales, 24 horas antes, tiempo que debería ser más que suficiente para que la consultora Ernst & Young, la teleoperadora Digame y la propia UER verifiquen la autenticidad y la transparencia de unos resultados que, sin embargo, son los fans quienes analizan al más mínimo detalle.

Conversación

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23/05/2019

De vergüenza lo de los jurados este año y la UER no hará nada.

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23/05/2019

Tiene razón, y más poniendo como jurado a Ricky o Roi..que apenas entienden de música. El jurado debería ser más profesional.