“Se um dia alguém perguntar por mim, diz que vivi para te amar”. La primera estrofa de una canción que ya es historia de la música, la televisión y, por supuesto, de Eurovisión. A Salvador Sobral lo conocimos el 18 de febrero en la primera semifinal del Festival da Cançao de Portugal, país que después de un año sabático volvía al festival con energías renovadas. Muchos se enamoraron a primera vista, a primera escucha, de esa voz e interpretación tan especiales, de un tema tan emotivo y mágico, pero pocos podían intuir lo que vendría después. 

Músico de jazz, Salvador vivió una temporada en España donde estudió en el prestigioso Taller de Musics de Barcelona. Participante de Idolos en Portugal, la versión local de Idol, con un disco en el mercado, Excuse me, y mucha carretera a sus espaldas actuando entre bares y prestigiosos festivales como el Sónar, su triunfo no se entiende sin su hermana, la famosa cantante y compositora Luísa Sobral. Invitada por la RTP para participar en el renovado Festival da Cançao, no tenía ninguna intención de ganar la preselección, ni mucho menos se planteaba ir a Eurovisión, solo quería que la gente escuchara cantar a su hermano. La propia Luísa sustituyó a Salvador durante la semana de ensayos individuales de Eurovisión 2018. Por recomendación médica, su dolencia cardíaca le impedía estar una quincena en la capital ucraniana. También realizar una gira de promoción internacional. 

Y Salvador llegó a Kiev, desfiló con Luísa por la alfombra roja de la Ceremonia de Bienvenida, atendió a la prensa, también a los fans, ensayó por primera vez sobre el escenario del Centro Internacional de Exposiciones y, de repente, solo existía él. Las casas de apuestas se volvieron locas, los medios de comunicación pusieron el foco sobre los Sobral, las encuestas comenzaron a virar y, mientras tanto, era habitual verlo en la cantina del Centro de Prensa comiendo como uno más con su camiseta de “Refugees Welcome”. Después de la primera semifinal, la ola, convertida en tsunami, ya era imparable, como en su día sucedió con Conchita Wurst o Lordi. 

Italia, el rival a batir, veía como Portugal le hacía frente en los pronósticos hasta arrebatarle la condición de favorita, mientras que en los mentideros nos preguntábamos si realmente la RTP, después de 53 años, podía ganar, siquiera aspirar a un buen resultado, si el televoto entendería la actuación, incluso si lo haría el jurado. La respuesta fue unánime. Un récord de puntuación histórico que llevaría Eurovisión por primera vez a Lisboa. 

Recibido en casa como un héroe nacional, homenajeado en el parlamento, agotadas las entradas de sus conciertos y convertido en el personaje del momento, polémicas incluidas, su ritmo de trabajo terminó por minar su ya de por si delicado estado de salud. Una trayectoria que tuvo que frenar en seco a finales del verano, en pleno apogeo, con un emocionante concierto al aire libre en los jardines del Casino de Estoril con el que se despedía “hasta pronto”. Celoso de su vida privada, por primera vez reconocía públicamente un problema de salud que durante estos tres últimos meses lo ha tenido hospitalizado, hasta recibir, por fin, un corazón compatible.

Amar pelos dois no ha sido la canción más vendida de Eurovisión, ni tampoco la más radiada, pero a día de hoy es innegable que ya ha pasado a la historia del festival como uno de sus grandes hitos, esas actuaciones que se recordarán para siempre, y un cantante que ha conseguido que el jazz, el portugués y él mismo nos hayan robado el corazón.

EL DESAFINE DE TVE

Mientras Portugal tocaba el cielo, España descendía a los infiernos, poniendo el punto y final a la paciencia de la prensa, las redes sociales y los fans que criticaron durísimamente la gestión del festival por parte de TVE. Un malestar generalizado que desembocó en la dimisión del jefe de delegación, Federico Llano, quien había ocupado su cargo durante 13 años, y siendo reemplazado por Ana María Bordas. 

Todo comenzó, de nuevo, con la final nacional de España para Kiev 2017 que arrancó con un proceso virtual organizado por rtve.es. Con ideas e ilusión, profesionales de La Pública como César Vallejo, Irene Mahía o Paloma G. Quirós llevaron a cabo una convocatoria abierta que mantuvo ilusionados a más de 300 artistas y entretenidos a miles de fans recibiendo críticas muy positivas por su trabajo. También sorprendió la gala organizada para tal fin, El EuroCasting, que por su guión, realización y sonido y con medios de la casa dio un repaso a todas las producciones externas de las últimos años. La vencedora, LeKlein, ganaría una plaza en la fase final con cinco candidaturas invitadas por TVE, y todo se fue a pique. 

Maika Barbero, Manel Navarro, Mario Jefferson, Mirela Cabero y Paula Rojo, además de Vanessa Klein, serían los candidatos que optarían a representar a España en Eurovisión, sin nadie saber muy bien, como en las últimas ediciones, las bases del proceso de selección ni los criterios que primaron en su invitación directa. El apoyo de la principal emisora musical española, Los 40 Principales, a uno de los finalistas, Manel Navarro, y el conflicto de intereses entre la Directora de Entretenimiento de TVE, Toñi Prieto, y su hija como trabajadora de Sony Music, discográfica de Navarro, comenzaron a generar un malestar que se intensificó con la elección del jurado de la final en el que formaba parte Xavi Martínez, locutor estrella de dicha radio. Para colmo, en caso de empate, los jueces, y no el público, tendrían la última palabra. 

La canción favorita del televoto, Contigo, de Mirela, fue la tercera opción del jurado, mientras que Do it for your lover, de Manel Navarro, fue justo lo contrario. Empate. Los jueces, como se había adelantado, tendrían la última palabra, y mantuvieron la suya, frente al criterio del público que entró en colera en un plató donde los insultos, las amenazas e incluso una supuesta agresión dieron de si una de las imágenes más bochornosas que se recuerdan en la televisión española. Por si fuera poco, la presión pudo con el ganador, Manel, que dedicó una peineta a los fans. 

Un desafortunado gesto, probablemente inconsciente, que marcaría el periplo eurovisivo de Navarro, quien a pesar de su gran trabajo recorriendo todo el continente de promoción, realizando mil y unas entrevistas y su cercanía con la prensa y los seguidores, no consiguió ganarse el cariño de las masas. Tampoco sirvió de mucho la defensa y el apoyo que le brindaron ex representantes como Barei o Ruth Lorenzo, ni las disculpas reiteradas una y otra vez del cantante sabadellense, y es que su principal condena fue representar a una televisión, la nuestra, que se había ganado a pulso en los últimos años, y éste en especial, las críticas del respetable. 

Y lo que mal empieza, mal acaba. Después de unos ensayos decepcionantes, el día de la verdad no dejó mejor sabor de boca, con un gallo en pleno directo que se convirtió en el meme del año. El resultado, puramente numérico, se redujo a cinco puntitos regalados por el televoto portugués, hundiendo a España en la más que previsible última posición de Eurovisión 2017, la quinta de nuestra historia. Después llegaron más críticas por parte de medios generalistas y especializados, también de los políticos, y algunas de ellas incluso tuvieron que ser respondidas o, mejor dicho, esquivadas en el Parlamento por el Presidente de RTVE.

Manel Navarro, sin embargo, se repuso rápidamente de su traspiés en Eurovisión, un festival para el que solo tiene elogios por todo lo que ha significado para él personal y profesionalmente cuando lo fácil hubiese sido lo contrario. También supo reírse de si mismo, de su gallo, y de un personaje creado por y para la competición del que ahora comienza a deshacerse para ser simplemente el, con su guitarra, y su música. Su siguiente single, Keep on falling, nos dejó ver al nuevo Manel o, mejor dicho, al verdadero. Un chico con sensibilidad y talento que ojalá consiga pasar página, ahora sí, y un mensaje contra el acoso, ese que también ha sufrido él en las redes sociales y en otras realidades, que nos debería hacer recapacitar. A todos.

LA GUERRA FRÍA, EL RENACER BÚLGARO Y BELGA, LA SORPRESA MOLDAVA, LA FÓRMULA SUECA, LA MONA ITALIANA Y +

Eurovisión 2017 no estuvo exento de polémicas. La crisis global que atraviesa Ucrania dificultó su capacidad organizativa lastrada por una enorme tormenta mediática, el bloqueo institucional, acusaciones de corrupción y dimisiones en bloque. La intervención de los suecos sacó adelante y en el último momento una edición de mínimos calcada del año anterior.

Por si fuera poco, el pulso entre rusos y ucranianos por la Guerra de Crimea terminó de empañar la imagen de Eurovisión. La elección interna de Rusia de Yuliya Samoylova, una cantante con atrofia muscular espinal, y el veto de Ucrania a su entrada en el país por haber apoyado indirectamente los intereses de la región separatista, provocaron toda una batalla propagandística en la que, por su fuera poco, la UER entró al juego. 

Finalmente, 42 fueron los países participantes, sin Rusia, en la primera edición en la que, oficialmente, se abría la posibilidad de que los estados asociados puedan concursar, previa invitación. Un status que justifica, en definitiva, la presencia de Australia, pero que también deja la puerta abierta a Kazajistán y otras naciones interesadas. 

En el capítulo de curiosidades, Portugal y Ucrania ganaron este 2017 y el pasado 2016 después de un año sabático, ocho voces masculinas coparon el top 10 y el portugués se convierte en el primer idioma no anglófono en ganar desde hacía 10 años, y todo en una edición que, a pesar de perder la barrera de los 200 millones de espectadores por la ausencia rusa, mantuvo un espectacular 36.2% de share. 

Europa occidental también parece haber retomado el pulso al festival, y es que a la victoria portuguesa hay que sumar las rachas de Suecia e Italia, el resurgir de Bélgica y Países Bajos, y los avances de Francia. También los pasitos del Reino Unido que se asomó al top 10 del jurado. Bulgaría consiguió su segundo récord histórico consecutivo, mientras que Moldavia dio la sorpresa con el regreso del Epic Sax Guy. En el lado contrario de la balanza, Alemania se libró por un puntito del tercer farolillo rojo consecutivo, las tres repúblicas bálticas, Estonia, Letonia y Lituania, cayeron en bloque, y de las ex-yugoslavas solo se salvó Croacia. Estonia y Finlandia, entre las favoritas, se quedaron fuera de juego lastradas por el jurado, e Irlanda, otra de las preferidas, no convenció ni a unos ni a otros. Y para histórica, Valentina Monetta, quien volvió a la carga por cuarta vez por San Marino llevándose un solo punto del televoto alemán. Cosas de Ralph Siegel.

2017: EL AÑO EN EL QUE TRAJIMOS EUROVISIÓN A ESPAÑA

Eurovision-Spain cierra el año como la web de referencia en español de Eurovisión, y la segunda más leída en el mundo de esta temática, con 7.8 millones de visitas y 1.4 de usuarios únicos. Un equipo de 23 personas que con su trabajo, día a día, hacen posible esta página, sus contenidos informativos, audiovisuales, históricos, y todos los detalles para poder informar y entretener. Y un orgullo, la Eurovision-Spain Pre-Party que en su primera edición, el 14 y 15 de abril del 2017, se convirtió en el primer evento oficial de Eurovisión en España en 48 años.

Las salas La Riviera y Joy Eslava de Madrid recibieron a 21 representantes de toda Europa, como Kristian Kostov, Sunstroke Project, Blanche o Robin Bengtsson, también a nuestros Manel Navarro, Ruth Lorenzo y Barei, y un montón de invitados españoles, y todo ante más de 1.500 personas que vivieron un fin de semana único, pero no irrepetible, y es que Eurovisión volverá a España con la ESPreParty 2018 los próximos 20 y 21 de abril. Nuevos cantantes, nuevas canciones y nuevas historias que contar, que disfrutar y que vivir en la que es nuestra mayor pasión. 

Y todo esto, como siempre, no sería posible sin vosotros, sin ti, que nos lees, formas parte del CLUBE-S, nos sigues, y apoyas estas y otras iniciativas. En un año tan emocionante, tan intenso y, en definitiva, tan especial para todas las personas que formamos parte de esta familia, no podemos dejar de agradeceros que sigáis estando ahí, al otro lado de la pantalla. En nombre de todo el equipo de E-S, ¡Feliz 2018! Salud, felicidad y éxitos. 

“Sem fazer planos do que virá depois, o meu coração pode amar pelos dois”.